EUROPA
PRESS
3 diciembre
2018
¿Por
qué mentimos al médico?
Cuando tu médico te pregunta con qué
frecuencia haces ejercicio, ¿le das una respuesta honesta? ¿Qué pasa cuando te
pregunta qué has estado comiendo últimamente? Si eres de los que camuflas la verdad,
no estás solo. Según un estudio, entre el 60 y el 80 por ciento de las personas
encuestadas no comunica a sus médicos información que podría ser relevante para
su salud.
Además de hablar sobre la dieta y el ejercicio, más de un
tercio de los encuestados no hablaron cuando no estaban de acuerdo con la
recomendación de su médico y otro escenario común fue no admitir que no
entendieron las instrucciones que les dio su médico.
Cuando los encuestados explicaron por qué no eran
transparentes, la mayoría dijo que querían evitar ser juzgados, y no querían
que les dieran consejos o reprimendas acerca de cómo de malos eran ciertos
comportamientos. Más de la mitad estaban simplemente demasiado avergonzados
para decir la verdad.
"La mayoría de la gente quiere que su médico le tenga
en muy buena consideración, dice la autora principal del estudio, Angela Fagerlin, presidenta de
Ciencias de la Salud de la Población en la Facultad de Salud de la Universidad
de Utah, Estados Unidos, y científica investigadora de la Decisión de
Informática del Sistema de Salud de VA de Salt Lake City del Centro de Innovación y Ciencias Analíticas (IDEAS,
por sus siglas en inglés). "Están preocupados por ser encasillados como
alguien que no toma buenas decisiones", agrega.
Científicos de la Universidad de Utah y el 'Middlesex Community College' lideraron el estudio de investigación en
colaboración con colegas de las universidades de Michigan y
Iowa, Estados Unidos. Los resultados se publican este viernres
en la edición digital de 'JAMA Network Open'.
La información sobre la relación médico-paciente provino de
una encuesta nacional 'online' de dos poblaciones: una recogió respuestas de
2.011 participantes con un promedio de 36 años y la segunda de 2.499
participantes que tenían 61 años en promedio.
A los encuestados se les presentaron siete escenarios
comunes en los que un paciente podría sentirse inclinado a ocultar los
comportamientos de salud de su médico y se les pidió que seleccionaran todo lo
que les habían sucedido. Luego, se les demandó que recordaran por qué hicieron
esa elección. La encuesta se desarrolló con el apoyo de médicos, psicólogos,
investigadores y pacientes, y se refinó mediante pruebas piloto con el público
en general.
Capacitar a los
médicos para que sus pacientes se sientan más cómodos
En ambas encuestas, las mujeres, los más jóvenes y quienes
auto-declararon que tenían mala salud, era más probable que informaran que no
habían revelado información médica relevante a su médico. "Me sorprende
que un número tan importante de personas decidan retener información y que lo
admitan", dice la primera autora del estudio, Andrea Gurmankin
Levy, profesora asociada de Ciencias Sociales en 'Middlesex
Community College', en Middletown, Connecticut.
Y añade: "También debemos tener en cuenta la
interesante limitación de que los participantes de la encuesta podrían haber
ocultado información sobre lo que retuvieron, lo que significa que nuestro
estudio ha subestimado la prevalencia de este fenómeno". El problema con
la deshonestidad de un paciente es que los médicos no pueden ofrecer consejos
médicos precisos cuando no tienen todos los datos. "Si los pacientes están
ocultando información sobre lo que están comiendo, o si están tomando sus
medicamentos, puede tener importantes implicaciones para su salud.
Especialmente si tienen una enfermedad crónica", dice Levy.
Comprender el problema con mayor profundidad podría apuntar
hacia formas de solucionarlo. Levy y Fagerlin esperan
repetir el estudio y hablar con los pacientes inmediatamente después de las
citas clínicas, mientras que la experiencia aún está fresca en sus mentes. Las
entrevistas de persona a persona podrían ayudar a identificar otros factores
que influyen en las interacciones entre el médico y el paciente. Por ejemplo,
¿los pacientes son más abiertos con los médicos que conocen desde hace años?
Es posible que los pacientes puedan no ser los únicos
culpables, dice Fagerlin. "La forma en que los
proveedores se comunican en ciertas situaciones puede hacer que los pacientes
tengan dudas, dice. Esto plantea la pregunta: ¿hay una manera de capacitar a
los médicos para ayudar a sus pacientes a sentirse más cómodos?" Después
de todo, una conversación saludable es una calle de doble sentido.